Quizá has escuchado hablar de Pornostagram, una red social que funciona de manera análoga a Instagram (vaya descubrimiento), pero en la que los usuarios postean fotografías eróticas, las jóvenes se toman selfies desnudas y las imágenes de sexo explícito también dicen presente.
Sabemos que las selfies son una manera de mostrarse al mundo, y que
muchas de estas fotografías llevan consigo una carga sexual implícita,
¿pero cómo se entiende el fenómeno de las selfies eróticas y la autoexposición? Veamos algo sobre este tema.
¿Por qué la necesidad de las selfies?
La Dra. Peggy Drexler, investigadora en psicología de la Universidad de Cornell, sostiene que las selfies son también una clara manifestación narcisista, además de una señal de la compulsiva obsesión por la apariencia de la sociedad moderna.
Así, este tipo de fotografías para ser compartidas en redes sociales
–las selfies– funcionan como una mirada propia al espejo, que a la vez
se expone a los demás. Esto connota el inflado, henchido autoconcepto
de la persona que se fotografía, quien se ofrenda en imágenes a un
grupo de personas (amigos o seguidores) deseosas y pendientes de su
vida, en diferentes poses y momentos.
Para otros especialistas, como la Dra. Pamela Rutledge, directora de Media Psychology Research Center, la clave de las selfies puede estar en la comparación social.
Estimulada por el deseo de ver lo que el otro expone y comparte de sus
experiencias personales, se manifiesta en el sujeto una cierta
competitividad que deriva en la autoexposición.
Pero, ¿qué consecuencias tiene esta práctica y el narcisimo subyacente?
Pero, ¿qué consecuencias tiene esta práctica y el narcisimo subyacente?
Las consecuencias de las selfies
Según Drexler, diferentes estudios han demostrado que el narcisimo
excesivo influye en todos los aspectos personales y sociales de la
persona en cuestión, además de que ciertas líneas de investigación creen
que existe un vínculo entre narcisismo extremo y violencia, a pesar de
que la creencia popular suela vincular a esta última con la baja
autoestima.
Asi mismo, se ha investigado respecto a la alienación de la persona
como una de las consecuencias de las selfies. Según indican los
estudios, una persona ávida por compartir selfies debe
afrontar los efectos de esta práctica en sus relaciones interpersonales,
ya que el vínculo con amigos y conocidos se debilita notoriamente. Vale
la pena imaginar cómo se amplian las consecuencias para una persona que
decide mostrarse desnuda o manteniendo relaciones sexuales y compartir
las fotos en ciertas redes sociales para ello.
Por otro lado, la Dra. Drexler sostiene una línea de análisis que
rescata algunos valores propios de las selfies, al menos de aquellas que
podemos categorizar como "normales": estas pueden funcionar como una
forma de reforzar el autoestima y, a la vez, como un revés a los
estándares de belleza que son sostenidos de forma mediática.
Claro, que es muy discutible y peligroso argumentar en favor de esta visión dentro del contexto de las selfies pornográficas de sitios como Pornostagram.
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